domingo, 12 de agosto de 2012

5. El culo del Universo


Si el Universo existe, ha de tener culo, y además ha de haber al menos una Miss Universo con su respectivo trasero, aunque pudiendo elegir, ¿por qué no un par de universos paralelos con sus respectivos centros gravitatorios? En la imagen, el ejemplo de esta posibilidad, que bien merecería entrar en los Anales cósmicos y cosméticos con sendos títulos de Miss.

[Origen de la imagen: http://weheartit.com/nuncaseolvida ]


Que el Universo tiene culo es un hecho antropo-lógicamente demostrado. Es un organismo complejo y no puede faltarle de nada, ni siquiera la nada. ¿Quizás por eso a veces nos espanta cuando lo observamos? Y, curiosamente, no es con la claridad del día, a pesar del devastador vacío de algunos días de azul tan límpido y cristalino que abole el espacio… Al fin y al cabo, ahí está el fálico faro solar para llenarlo todo con su pastoso chorro de luz. Es por la noche cuando el cielo nos puede dar miedo: la densidad negra denuncia su oquedad a través de las microrroturas y las megausencias de las estrellas. Lo que nos anonada es que parezca que haya algo allí.

Esta sensación es la que retrotrae a lo que comunica el principio con el fin de todo, al aparato digestivo-excretor del tiempo y de los organismos más simples; y al no encontrar sentido en ese letargo de los sentidos, todo se convierte en una mierda medio viva, medio muerta, ser dejando de ser. Por lo tanto, el Universo tiene culo y ahí está su nada.

Y su culo no es como la boca del caño de una escopeta: aterrador eyectante de entelequias de muladar. Es más humano que todo eso: es idéntico al agujero negro del culo que se traga nuestro esperma vital y que nos exprime hasta las heces la culebra mística de la existencia, de esta existencia nuestra, inmensa y frágil, sumida en la tiniebla densa del agujero negro que comunica piel y cerebro, boca y ano, ser y noser.

El culo del Universo nos asusta porque lo que una vez expulsó, ahora lo engulle. Materia oscura fría. (¿Y no decía Apollinaire que un culo frío era signo de buena salud? ¡Escuchemos a los poetas, adelantados a la astrofísica y a la física de partículas sin puñetera idea de nada, sin saber, toda ciencia trascendiendo!). Saco sin fondo por el que se precipita el Universo en un abandono desesperado, desesperadamente lento, de sí mismo. Es que no tiene nada más. Es que el Universo es como tú y como yo, desangelados, culos que gravitamos los unos alrededor de los otros sin jamás tocarnos. (¡Asintótica la caricia de los culos, tangentes curvaturas!). Pozo al abismo por el que el sí mismo se cuela masa a través de mil esfínteres, de mil agujeros negros de mirada apagada, lúcida, lúbrica, desmoralizante y desopilante. Agujeros que siempre nos serán enternecedores, pues nos conducen al culo aniquilador y hospitalario, matraz donde se agota la última posibilidad, la de la imposibilidad, y donde, como nosotros, el Universo, perdido, nunca se sale de sí mismo.


No hay comentarios: